jueves, 6 de mayo de 2010

Literatura Infantil

Fábulas y cuentos infantiles

Nora Fataccioli Rubio



Introducción

Dentro de los innumerables valores que encierra la literatura infantil observamos que refleja, en gran medida, una sociedad y un contexto concreto a través del entramado de las relaciones que narra aunque indirectamente algunas obras pueden provocar en el lector la construcción de ideas y prejuicios predeterminados no siempre acordes con la realidad.
En la lectura de cuentos infantiles observamos que algunos de ellos, encierran un valor añadido con frecuencia oculto y sutil que escapa a la pretensión general del texto. Dicho valor aunque no merezca una atención principal, no puede dejar de ser ajeno a una mínima consideración. Dentro del ámbito de los cuentos infantiles, destacan por su gran profusión y divulgación los cuentos protagonizados por animales; podría justificarse esta presencia en la atracción que ejercen sobre los niños los animales o las historias sobre animales. Existe la tendencia a presentar los animales divididos en buenos y malos, útiles e inútiles, fuertes y débiles, listos y torpes etc. es decir, se suele realizar una división dicotómica de los animales. Esta clasificación por parejas responde a un razonamiento básico: lo que es útil y beneficioso para el hombre es positivo y lo que es agresivo con él es negativo. No obstante ésta es una clasificación creada por los adultos y transmitida a los niños que muchas veces no se ajusta a la realidad de su mundo infantil.
Como toda ciencia, arte o técnica, la literatura maneja una serie de términos particulares, como es el caso loa arquetipos en los cuentos infantiles. Tomando el pensamiento de Carl Gustav Jung, (Diccionario Enciclopédico Hispano Americano de Literatura Montaner y Simón 1995) quien revolucionó el paradigma mecanicista de la psicología, recalcando la importancia del inconsciente por sobre la del consciente, lo misterioso en lugar de lo conocido, lo místico en lugar de lo científico, lo creativo en lugar de lo productivo y lo religioso en lugar de lo profano. Jung descubrió que en los sueños y los mitos subyacen elementos del inconsciente colectivo que él denominó «arquetipos». Estos no pueden comprenderse directamente por análisis intelectual, sino sólo mediante los símbolos y el lenguaje de la mitología. El arquetipo es el modelo a partir del cual se configuran las copias: es el patrón subyacente, el punto inicial a partir del cual algo se despliega.
Son vacíos y carentes de forma, sólo podemos sentirlos cuando se llenan de contenido individual. Esto revela la adjudicación de arquetipos en los cuentos protagonizados por animales; arquetipos en donde se valora sobre todo la sagacidad, la bondad y la abnegación. Es preciso aclarar que la literatura infantil no tiene entre sus objetivos principales la función de instruir, tal como se entendía en épocas pasada.
La preocupación principal de éste tipo de literatura, es trabajar en base a la influencia que los cuentos y narraciones infantiles ejercen sobre el niño aceptando que poseen gran presencia en la vida de los infantes. Ante esto, no podemos dejar de mostrar preocupación por el hecho de que los niños puedan extraer un tipo de mensajes que no sea el más indicado para su edad.
En las fábulas y cuentos infantiles encontramos ciertos puntos coincidentes:

1. Existe una confrontación entre el bien y el mal, la suerte se contrapone con la adversidad, la felicidad con la infelicidad, el éxito con el fracaso. Elementos entre los que el protagonista se mueve como el equilibrista en la barra de acrobacias: a punto de tenerlo todo y a punto de perderlo también todo. Generalmente, incluso los más dramáticos, tienen oasis de alegría y distensión y son decididamente optimistas. Los libros deben despertar en los niños, no la sensiblería, sino la sensibilidad; los deben hacer partícipes de los grandes sentimientos humanos. Los libros para infantes deben respetar el valor y la eminente dignidad del juego y comprender que el ejercicio de la inteligencia y de la razón puede y debe tener otras finalidades que lo inmediatamente útil y práctico.
2. La aventura se representa en espacios fantásticos: una isla, un jardín, un bosque. Incluso cuando evocan espacios lejanos o inaccesibles, siguen ligados con la realidad con determinadas realidades universales como crecer, tomar decisiones, etc. y, de alguna manera, con el porvenir. Lo fundamental en los cuentos, según Fernando Savater (1994) es el "viaje" que aleja al protagonista del ámbito cerrado de las seguridades familiares y le abre a lo imprevisto, a la aventura."
3. Los personajes están obligados a recorrer el incierto camino de su propio descubrimiento, de la separación de los padres hacia su independencia, de la búsqueda de sí mismos en un mundo desconocido y generalmente, adverso. Como si fuera una anticipación de su vida adulta, los héroes deben aprender a tomar sus propias decisiones, escogiendo y aprendiendo a distinguir los conceptos morales, la diferencia entre lo interno y lo externo, en ocasiones imponiendo su propia opinión frente al grupo o frente a los adultos.
Los temas abordados, giran en torno a la identidad, al crecimiento, a la seguridad, a la relación con los adultos, en definitiva, al proceso de ajuste al mundo exterior en su propia evolución hacia la madurez.
El gusto por estas historias no es un gusto específicamente infantil, sino un gusto normal y constante de la humanidad, que en los adultos se encuentra momentáneamente atrofiado por la influencia de la moda. Esto aclararía por qué libros que no han sido escritos para niños han acabado en sus manos, a pesar incluso del empeño de los adultos en clasificar y controlar sus lecturas. Si bien Gulliver nunca fue un libro infantil y los niños no captan la sátira que representa el mundo moderno, sí disfrutan con el mundo al revés que es presentado en cada página: la mula que lleva al jardinero al mercado, el pez que pesca al hombre, la niña que le da el biberón a su madre, el ciego especialista en colores etc., así como el mundo de las desproporciones que tan grato es para el imaginario infantil. En Pinocho, que fue una fábula para aleccionar, lo que cautiva es la fuerza visual de algunas de sus escenas: los conejos negros que llevan un ataúd, o los asesinos encapuchados con sacos de carbón que van corriendo a saltos. La inversión de elementos lógicos en Alicia en el país de las maravillas, resulta una seducción permanente: un rey y una reina de la baraja que se comportan como humanos de verdad; la liebre que, vestida hasta con sombrero, mira el reloj, dice que es tarde y se va. Lo lúdico y lo real se dan la mano creando mundos nuevos y sugerentes.
Fábulas y cuentos infantiles.
La fábula es un texto escrito en prosa o verso que narra juegos protagonizado por animales que hablan, tiene una intención didáctica de carácter ético y universal formulada la mayor parte de las veces al final, en la moraleja, muy raramente al principio; algunas veces se encuentra eliminada ya que puede sobreentenderse o se encuentra implícita, Francisco Martín García, (1996) la define como: Un relato más bien corto, donde pueden intervenir animales, hombres, dioses, plantas y personificaciones, habitualmente con carácter ficticio y siempre con valor simbólico, que puede ser una narración entretenida, útil y bien pergeñada, y que busca enseñar deleitando mediante el ejemplo y la crítica social
Se diferencian de los apólogos en que éstos son más generales y en ellos pueden intervenir además hombres y personajes tanto animados como inanimados. Pueden estar escritas en prosa o verso. Las fábulas y los apólogos fueron utilizados desde la antigüedad grecorromana por los esclavos pedagogos para enseñar conducta ética a los niños que educaban. Las fábulas son excelentes instrumentos didácticos pues ayudan a grabar en la mente ideas y pensamientos morales de modo inolvidable. Uno de los principales fabulista fue Esopo. Pocos datos existen sobre su biografía. Según una tradición muy difundida, se supone que nació en Frigia ( Grecia). Sobre él se conoció una gran cantidad de anécdotas e incluso descripciones físicas recogidas en la Vida de Esopo, documento que data del en el siglo XIV. Se supone que Esopo fue esclavo de Jadmón o Janto de Samos, que luego le dio la libertad debido a su talento para el apólogo, Creso le llamó a su corte, le colmó de favores y le envió después a consultar al oráculo de Delfos, a ofrecer sacrificios en su nombre, y a distribuir recompensas entre los habitantes de aquella ciudad. Irritado por los fraudes y la codicia de aquel pueblo de sacerdotes, Esopo les dirigió sus sarcasmos y limitándose a ofrecer a los dioses los sacrificios mandados por Creso, devolvió a este príncipe las riquezas destinadas a los habitantes de Delfos. Entre sus fábulas más conocidas figuran (García 1996):
El águila, el cuervo y el pastor
El águila y el escarabajo
El águila de ala cortada y la zorra
La zorra y el espino
La zorra y el leñador
La zorra y la serpiente
La zorra y las uvas
La zorra y el cocodrilo
La zorra y la pantera
La zorra y el mono coronado rey
Las zorras, las águilas y las liebres
La zorra y la liebre
La zorra y la leona
La zorra y el anciano león
La zorra, el oso y el león
Las ranas y el pantano seco
Las ranas del pantano y del camino
Las ranas pidiendo rey
La rana que decía ser médico y la zorra
La rana gritona y el león
El león y el boyero
El león y los tres bueyes
El león y el mosquito luchador
El buen león rey
El león apresado por el labrador
El león enamorado de la hija del labrador
El león, la zorra y el ciervo
El león y la liebre
El león y el jabalí
El lobo y el perro dormido
El lobo y el cabrito encerrado
El lobo flautista y el cabrito
El león, la zorra y el lobo
El león y el asno
El león y el asno presuntuoso
El león y el ratón
El león, la zorra y el ratón
Lobos y perros alistándose a luchar
Los lobos reconciliándose con los perros
Los lobos y los carneros
Los lobos, los carneros y el carnero padre
El lobo orgulloso de su sombra y el león
El lobo y el cordero en el arroyo
El lobo y el cordero en el templo
El lobo y la cabra
El lobo, la nana y el niño
El lobo y la grulla
Los dos perros
Los perros hambrientos
El hombre al que mordió un perro

La selección de las fábulas de Esopo supera los tres centenares siendo aun desconocida su producción integral
El cuento infantil
Se denomina cuento a un relato breve, de un suceso imaginario trabajado en lengua oral o escrita. Aparecen en él un reducido número de personajes que participan en una sola acción con un sólo foco temático. Su finalidad es provocar en el lector una única respuesta emocional. El término de cuento infantil se emplea a menudo para designar diversos tipos de narraciones breves, como el relato fantástico dirigido a un público infantil con la intención de avivar su imaginación o darle conceptos morales y didácticos. Entre los autores universales de cuentos infantiles figuran Perrault, los Hermanos Grimm y Andersen, creadores y refundidores de historias imperecederas desde "Caperucita Roja" a "Pulgarcito", "Blancanieves", "Barba Azul" o "La Cenicienta". Cabe distinguir en el concepto cuento, dos aspectos distintos: el relato fantástico y la narración literaria de corta extensión, oponiéndose así a la idea de novela, estos dos aspectos no son excluyentes, a menudo se dan en la misma obra, y tienen como base común el hecho de tratarse de relatos breves, generalmente en prosa; pero suelen representar dos vertientes claramente diferenciadas del mismo genero literario.
Elementos del cuento .- En un cuento se conjugan varios elementos, cada uno de los cuales debe poseer ciertas características propias: los personajes, el ambiente, el tiempo, la atmósfera, la trama, la intensidad, la tensión y el tono.
Los personajes o protagonistas de un cuento son presentados por el autor en forma directa o indirecta, según los describa él mismo, o utilizando el recurso del diálogo de los personajes o de sus interlocutores.
El ambiente incluye el lugar físico y el tiempo donde se desarrolla la acción; es decir, corresponde al escenario geográfico donde los personajes se mueven. Generalmente, en el cuento el ambiente es reducido, se esboza en líneas generales.
El tiempo corresponde a la época en que se ambienta la historia y la duración del suceso narrado. Este último elemento es variable.
La atmósfera es el mundo particular en que ocurren los hechos del cuento. La atmósfera debe traducir la sensación o el estado emocional que prevalece en la historia. Debe irradiar, por ejemplo, misterio, violencia, tranquilidad, angustia, etc.
La trama es el conflicto que mueve la acción del relato. Es leitmotiv de la narración. El conflicto da lugar a una acción que provoca tensión dramática. La trama generalmente se caracteriza por la oposición de fuerzas. Ésta puede ser: externa, por ejemplo, la lucha del hombre con el hombre o la naturaleza; o interna, la lucha del hombre consigo mismo.
La intensidad corresponde al desarrollo de la idea principal mediante la eliminación de todas las ideas o situaciones intermedias, de todos los rellenos o fases de transición que la novela permite e incluso exige, pero que el cuento descarta.
La tensión tiene que ver con la intensidad que se ejerce, en la manera como el autor acerca al lector lentamente a lo contado, para conectarlo con sus circunstancias de una forma, más honda y directa. García Berrío (1995) opina que la tensión se logra únicamente con el ajuste de los elementos formales y expresivos del tema.
El tono expresa la actitud del autor ante lo que está presentando. Puede ser humorístico, alegre, irónico, sarcástico, etc.
Todo cuento debe tener unidad narrativa, es decir, una estructura dada por introducción o exposición, un desarrollo, complicación o nudo, y un desenlace o desenredo. La introducción, sitúa al lector en el umbral del cuento propiamente dicho. Aquí se dan los elementos necesarios para comprender el relato. Se esbozan los rasgos de los personajes, se dibuja el ambiente en que se sitúa la acción y se exponen los sucesos que originan la trama. En el desarrollo se expone el problema que hay que resolver. Se va progresando en intensidad a medida que se desarrolla la acción y llega al clímax o punto culminante (máxima tensión), para luego declinar y concluir en el desenlace. En el desenlace se resuelve el conflicto planteado y se concluye la intriga que forma el plan y el argumento de la obra.
Respecto a la extensión de las partes que componen el cuento, ésta debe guardar relación con la importancia concreta que cada una tenga dentro del relato. Debemos señalar que la estructura descrita se refiere al cuento tradicional, que es organizado de forma lineal o narrada cronológicamente. Actualmente, los escritores no se ciñen a dicha estructura: utilizan el criterio estético libre, el que permite que un cuento pueda empezar por el final, para luego retroceder al principio; o comenzar por el medio, seguir hasta el final y terminar en el principio. Cada autor diseña su estilo propio que corresponde al modo o manera particular que tiene cada escritor de expresar sus ideas, vivencias y sentimientos. El escritor forja su propio estilo que se manifiesta en la forma peculiar de utilizar el lenguaje. La imaginación, la afectividad, la elaboración intelectual y las asociaciones síquicas contribuyen a la definición de un estilo.
Selección de cuentos infantiles
Autor : Hans Christian Andersen (Dinamarca el 2 de abril de 1805).
La Abuelita El abeto El Caracol y el rosal
La casa vieja El ángel El Ave Fénix
El caracol y el rosal Los cisnes salvajes El diablo y sus añicos
Dos hermanos
Autores: Hermanos Jacob Karl y Wilhelm Grimm (Alemania en 1785 y 1786 respectivamente)
Hansel y Gretel El lobo y los siete cabritos Blancanieves y los siete enanitos Los músicos de Bremen El campesino y el diablo La liebre y el erizo La oca de oro
Pulgarcito El sastrecillo valiente
Autor : Charles Perrault, escritor francés del siglo XVII que en su obra Historias y cuentos del pasado plasmó una rica tradición oral.

La cenicienta Las Hadas Roquete el del copete
Barba Azul Piel de Asno La bella durmiente del bosque
Caperucita Roja El gato con botas
Autor : Felix María Samaniego (1745-1801) cuya influencia se advierte en la única obra por la que se conoce: Las fábulas morales, 157 fábulas distribuidas en 9 libros, escritas para los alumnos del seminario de Vergara.
La cigarra y la hormiga El cuervo y el zorro El hombre y la culebra
La gallina de los huevos de oro La lechera El León y la zorra


Existe una gran tradición de cuentos anónimos, transmitido por la oralidad como : El Flautista de Hamelin, Las Mil y una Noche, La bella y la bestia , Alibabá y los cuarenta ladrones, Aladino y la lámpara maravillosa, Los tres cerditos, El príncipe y el mendigo, Simbad el marino, Juan sin miedo. Etc.

2 comentarios:

  1. Me alegro mucho de encontrar su blog en la red, profesora. Saludos cordiales.
    Lorena García

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  2. Saludos desde el Callao.Felicitaciones profesora por su blog, le escribe su ex alumno de la Villarreal promoción "Porfirio Meneses"

    TWITTER @julioatencio

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